martes, 6 de septiembre de 2011

CASABINDO-Jujuy


El pueblito puneño Casabindo (a 120 Km de Abra Pampa, Jujuy) está de fiesta una vez al año. El 15 de agosto sus calles se alegran porque atrae la atención de lugareños y forasteros que quieren celebrar la Asunción de la Santísima Virgen María, Patrona del lugar.
En el pueblo de 150 habitantes se prepara la Fiesta dedicada a la Santísima Virgen en su fiesta litúrgica, precedida de un novenario y terminada con "El Toreo", que tiene carácter de ofrenda y oración.
Desde las vísperas del 15 de agosto suenan las campanas y revientan bombas anunciando la próxima alegría. En la noche se cantan las Vísperas y después, en la puerta de la Iglesia, como se hizo en el Novenario, aunque con más solemnidad, se bailará el Suri, y los Caballitos, sí se encuentran quiénes lo saben danzar.
Las campanas, las bombas y el bombo anuncian, a la madrugada del día 15, la fiesta esperada. Desde el alba la Iglesia está llena de fieles para la Primera misa de comunión.
Terminada la misa, la procesión dará vuelta a la "plaza de toros", deteniéndose en las "posas" para incensar las imágenes.
la variedad de colores cálidos de los vestidos y ponchos, de los arcos de las andas y de los arreglos de las imágenes, rompe la monotonía del rojizo dominante en el paisaje y del color tierra de la estenografía edificia.
La misa solemne empieza tarde. Se repiten las escenas de la misa anterior, y luego se realiza la procesión que recorre las calles del pueblo. Se detienen en cuatro esquinas. Se inciensan las imágenes, y al llegar al templo, se las coloca en su lugar preferencial, mientras los bailarines hacen su "adoración" en la puerta.
Solamente el mediodía pone una pausa en la intensidad de la fiesta casabindeña, ya que después del almuerzo, se sigue festejando y así se llega al toreo. Cabe notar que el toreo no es cruento y es el único de su naturaleza en todo el territorio de la Republica Argentina. Desde ese momento, Casabindo vive pendiente de lo que se ha de realizar frente a la Iglesia, en "la plaza de toros" y con la imagen de la Virgen en la puerta, como bella espectadora divina. Comenzará lo imprevisto y lo improvisado, cualquiera será torero para cualquier torito. Se necesita únicamente uno dosis de valor y agilidad. El secreto del éxito consiste en que el improvisado torero saque, de entre los cuernos del animal, una cinta roja con monedas de plata antigua que lleva atada a los mismos. Es la misma cinta roja que estuvo a los pies de la imagen de la Santísima Virgen durante la procesión. La imagen de la Virgen será colocada en su nicho, y Casabindo volverá a su silencio y a su soledad.

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